Todos conocemos del esfuerzo que realizan las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para mejorar su infraestructura hospitalaria y eso esta muy bien, pero, lo que no mejora es la atención que se le brinda a los afiliados.
Aplaudo que el IESS haya ampliado e inaugurado dos pisos nuevos con 72 camas en la clínica de Manta, eso mejorará la atención.
Pero lo que no observó o no le enseñaron al presidente del directorio del IESS, Econ. Ramiro González, es el maltrato que se le da a los afiliados, jubilandos y pensionistas del seguro, en la estrecha, pequeña, chica y cerrada con reja Farmacia, donde cientos de jubilados pugnan por retirar sus medicamentos. Hay que esperar una, dos, tres y hasta cuatro horas para ser atendido.
En días pasado una señora con dolor de muelas, !ay Dios, ese dolor es peor que parir!, se revolcaba en la fila, después de tres hora, prefirió mejor salir de la fila y comprarla en una botica de afuera. Después la vi en uno de los bancos de la ciudad de Manta y le pregunte cuánto había gastado en su receta, ella me respondió que tres dólares y que si hubiese sabido no hacia la "fila de la muerte", como llama a ese maltrato.
Es urgente que se cambie esa realidad, se debe ampliar la farmacia y contratar más personas para que atiendan, eso se llama atención al cliente, donde se satisfaga al cliente, en este caso al jubilado o afiliado al seguro. eso sería una buena obra.
Otro caso, es que los especialistas en cardiología y neurología están en la parte alta y por lo general, los pacientes son personas con un alto grado de discapacidad, que llegan en muleta y sillas de ruedas, eso es un tormento, sus familiares para subirlos tienen que pedir ayuda a otros pacientes; es decir, una persona en silla de rueda es subido por cuatro personas, por una difícil escalera, se debe construir rampas. Eso tampoco vio el Econ. González.
Mucho se han de acordar que en emergencia murió la Sra. Mercy López y su hijo, después que no fue atendida, supuestamente, por los médicos de turno. Ella llegó embarazada y la hicieron esperar por varios horas y después, siendo afiliada, mandada al Hospital de Manta, donde luego falleció. Sus familiares aún esperan una repuesta o investigación de lo que pasó. Eso tampoco se enteró el Econ. González, durante su visita a Manta.
En todo caso felicitaciones por las mejoras.
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