domingo, 23 de junio de 2013

Los periodistas profesionales


Cuando estudiábamos comunicación nos pasábamos criticando a los “periodistas empíricos”; es decir, a las persona que ejercían está profesión sin tener títulos profesional, ya éstos ocupaban en su gran mayoría las plazas de empleo.
Sin embargo, con el pasar el tiempo está realidad fue cambiando, ya que los periodistas profesionales fuimos ocupando estos puesto, convirtiendo al periodismo en una verdadera ciencia, gracias a la Universidad y a los medios de comunicación serios.
Hoy la nueva Ley de Comunicación exige que los medios empleen sólo a profesionales en comunicación social, y quien ejercen está profesión sin título, tienen 6 años para profesionalizarse.
Esta ley, en este punto especifico, nos da la razón, a quienes criticábamos que personas ajenas a esta ciencia ejercieran libremente el periodismo. Con sus honrosas excepciones.
Hoy los periodistas tenemos que demostrar que estamos preparados para enfrentar los retos que nos impone esta Ley criticada por muchos y apoyadas por otros. Es mi palabra

lunes, 10 de junio de 2013

Programas de televisión


La decisión de ver o elegir un de programa de televisión, no depende de nadie sino de mí, ese es mi derecho y nadie me lo puede negar.
Que los programas de la televisión ecuatoriana son buenos o malos, no debe ser el tema central de debate de la nueva ley de comunicación, como ocurrió en días pasado en la Universidad donde se debatió este tema.
Algunos estudiantes universitarios centraron sus preguntas en los programas de parodia que si son educativos o no; si a alguien no le gusta estos programas que cambie de canal está en su derecho. Que los programas de afuera son mejores, que es preferible tener televisión por cable, acaso la televisión extranjera no carece de los mismos males que lo nuestros.
Precisamente la televisión por cable permite elegir una gama de canales y variedades de programas, que muchas veces tampoco satisfacen al televidente, pero se debe respetar el gusto de las personas.
Mientras yo tenga el control en mis manos, yo decidiré que programa ver.  Es mi palabra.