Ahora que el Tribunal Constitucional dio luz verde a la Consulta Popular es fundamental que todas las organizaciones, instituciones, gremios e intelectuales, que estén a favor o en contra del referendo, analicen y orienten a la ciudadanía a través de foros, talleres y diálogos sobre el contenido de las preguntas.
Es necesario que quienes defienden esta tesis argumenten su posición y sobre todo sin pasión política orienten a los ciudadanos comunes. Igualmente quienes se oponen a lo planteado por el Gobierno Nacional deben argumentar su visión. De esta forma lograr que se sufrague con conocimiento.
Eso es democracia, subir el nivel de discusión, y no enfrascarse en disputas estériles, que reflejan posiciones políticas contrarias pero sin ideas. Esta misma línea debe ser seguida por los medios de comunicación social y los periodistas; es decir, comenzar a educar al pueblo ecuatoriano, para que sea éste quien decida.
Nuestra posición fue defender el Derecho a ser consultado, esa es nuestra posición, ahora es nuestro deber hacer un verdadero análisis del contenido de las preguntas y ya veremos cómo votamos el día en que se realice la Consulta Popular.
También es obligación del Gobierno, presidido por Rafael Correa Delgado, no bombardearnos con propaganda, sino realizar una verdadera orientación, donde se explique realmente y en forma clara las ventajas de estas reformas constitucionales y si es posible las dificultades que tienen.
Como ciudadanos también debemos orientar al resto, a través de conversaciones con la familia y reuniones barriales. Ya es hora de demostrar que realmente somos un país democrático y que no sufragamos como borreguitos, sino que sabemos lo que hacemos.
La Universidad también está llamada a orientar, especialmente, a los jóvenes, que estudian en sus aulas, para que se conviertan en multiplicadores, ¿será que por fin se logre una conexión entre el pueblo y la distanciada universidad?, ver para creer.
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