Es lamentable aún que el Banco Nacional de Fomento –BNF_ no tenga en Manta un local moderno; es decir, un edificio que brinde todas las comodidades a sus usuarios y que sea acorde al desarrollo de la ciudad- puerto.
Da pena ir a este Banco y ver su desorganización, que quizás no sea culpa de quienes trabajan en esta dependencia, aunque pueden realizar alguna gestión para cambiar esta realidad, es falta de iniciativa de quienes dirigen esta institución a nivel local.
Para muestra un botón, sólo ay que ir cuando cobran los jubilados, los pobres se “mueren” de calor, es toda una demora cobrar o depositar, los equipos de computación son obsoletos, tienen que subir escaleras, la seguridad es mínima, los funcionarios son poco gentiles para decir lo menos.
La semana pasada, realmente me dio mucha pena, ver un anciano de 88 años de edad, jubilado, tirado en las escaleras, con su rodilla izquierda raspada, al verlo lo cogí lo paré, le ayude a bajar las gradas y lo dejé subido en un taxi de un conocido para que lo traslade a su casa, él recién había cobrado su pensión en esta institución financiera del Estado.
Es hora que se cambie esta realidad, hemos visto como se construye en otros cantones edificaciones modernas para que funcione este Banco, y nos alegramos de aquello, pero en Manta no pasa nada, nadie reclama nada, sólo los jubilados que con sus gritos piden un mejor trato. Sería bueno que alguna autoridad de esta ciudad o la misma Municipalidad pidan un cambio o soliciten un edificio propio para el BNF.
Mientras el Presidente de la República, Econ. Rafael Correa Delgado, todos los sábados, explica hasta la saciedad, que todas las instituciones del Estado deben mejorar su atención al público y modernizarse, en Manta parece que sus representantes no están sintonizados con las ideas del Primer Mandatario.