Hoy vemos a miles de personas abarrotando los mercados, tiendas y comisariatos, enloquecidos por la compra de algún bien, mientras que otros se lamentan no tener dinero para comprar, en eso se ha convertido en esta época, en una fecha mercantilista, donde hemos olvidado el verdadero espíritu de la Navidad, que es recordar el nacimiento de Jesús.
Recordar esta fecha, entonces, debe ser distinta a lo señalado anteriormente; es decir, se la debe vivir con alegría, amor, fe y esperanza, y regalar realmente cosas útiles y sin ningún tipo de vanidad.
Recordando que lo principal es el Nacimiento de Jesús, por lo tanto, se debe pasar en familia y agradecer a Dios que estamos vivos y con salud.
Ese es mi deseo para todos mis lectores, que esta Navidad sea de mucha felicidad, donde Dios derrame sobre nosotros bienestar, trabajo y salud y que el año 2011 sea de mucha prosperidad.
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