viernes, 25 de marzo de 2011

Los terribles traslados médicos


Hasta cuándo los hospitales de Manabí tienen que seguir transfiriendo sus  pacientes a otros nosocomios del país, especialmente a Guayaquil, lo que muchas veces terminan en la muerte de los enfermos, o simplemente en verdaderas odiseas y maltratos.
Ya los ejemplos son múltiples y de conocimiento público, o mejor dicho, ya muchas familias ha vivido esta amarga experiencia de llegar a Guayaquil y andar como “mendigos” de un  hospital a otro sin ser recibidos o atendidos y terminan dejando a su enfermo en una clínica privada, donde al finalizar el tratamiento o muerte del paciente tienen que pagar miles de dólares, y como no tienen “plata” tienen que pedir ayuda.
La falta de médicos especializados, de equipos médicos y de espacio,  son los pretextos para transferir un paciente a otra provincia. Esas evasivas ya son comunes, y nadie hace nada para cambiar esta realidad.  Es hora de tener un hospital Gineco-obstetra y pediátrico, además de  médicos Neurocirujano Pediátrico,  escasos en Manabí,  como para citar un ejemplo, con lo cual las salas de los hospitales tendrían espacio para otras especialidades.
El país vive una emergencia médica, pero parece que las autoridades de salud de esta provincia no se han enterado, porque pueden aprovechar la misma para mejorar la situación de los nosocomios de la provincia. En el hospital de Manta por ejemplo se han pasado en acusaciones en acusaciones de corrupción, y las cosas no mejoran en nada.
El Presidente Rafael Correa en visita a varios hospitales del país ha podido comprobar la precaria situación de los nosocomios y ha dicho que existe recursos para mejorar esta realidad, pero la falta de planificación y muchas veces la comodidad de los funcionarios y directores de los centro de salud ha provocado que los hospitales sigan igual o peor que antes.
La culpa también es del Gobierno y gran responsabilidad recae en el Ministro de Salud por colocar gente sin la suficiente capacidad a manejar los hospitales. En todo caso es hora que en Manabí se cambie esta realidad, para que no se siga transfiriendo a pacientes a otros sitios, y si se realizan traslados sean por motivos realmente necesarios y con todas las garantías del caso y no se tenga que “mendigar” en Guayaquil, porque al fin y al cabo la salud ya es de todos.

viernes, 18 de marzo de 2011

Terremotos: ¿Proyecto HAARP, realidad o mentira?


Lo que voy a escribir a continuación no lo puedo afirmar pero tampoco negar, pero últimamente he leído y escuchado bastante sobre este tema, que tras las últimas catástrofes naturales, y especial la de Japón, vuelven teorías de conspiración, como la del proyecto estadounidense HAARP.

El mismo presidente venezolano, Hugo Chávez, ha señalado que se están usando este proyecto para crear miedo, y que el terremoto de Haití pudo haber sido provocado. 

De acuerdos a datos encontrados por el internet, HAARP, traducido al español sería, Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia, es un proyecto que financian las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos y la Universidad de Alaska para simular y controlar los procesos de la ionosfera. Se fraguó en los años 80 y empezó a tomar forma en la década de los 90 como consecuencia de un proyecto similar denominado ROTHR, que se inició en los 70, la finalidad de este último proyecto era detectar movimientos más allá del horizonte, ya que debido a la curvatura de la superficie del planeta los radares convencionales no pueden detectar objetos que se esconden tras el horizonte. Los ROTHR para poder hacer éste tipo de detección utilizan la ionosfera como espejo para reflejar impulsos electromagnéticos que de otra manera no llegarían más allá del horizonte. El ROTHR se diseñó para detectar misiles y aviones de gran tamaño en la época de la guerra fría.

A raíz de este proyecto se desarrolló el HAARP, el cual se basa en el aprovechamiento del gas natural infrautilizado en Alaska. En unas instalaciones militares situadas en Gakona, Alaska, son 180 antenas que funcionando en conjunto serían como una sola antena que emitiría mil millones de ondas de radio de alta frecuencia, las cuales penetran en la atmósfera inferior e interactúan con la corriente de los elescrojets aureale. El HAARP actuaría como un gran calentador ionosférico, el más potente del mundo. En este sentido podría tratarse de la más sofisticada arma geofísica construida por el hombre. 

El proyecto es tan controvertido como peligroso. Sus defensores aducen un sinfín de ventajas de carácter científico, geofísico y militar, pero sus detractores están convencidos de que podrían tener consecuencias catastróficas para nuestro planeta, desde arriesgadas modificaciones en la ionosfera, hasta la manipulación de la mente humana.
De acuerdo con la Dra. Rosalie Bertell, fundadora de la Comisión Internacional Médica de Chernóbil, HAARP forma parte de un sistema integrado de armamentos, que tiene consecuencias ecológicas potencialmente devastadoras. "Se relaciona con cincuenta años de programas intensos y crecientemente destructivos para comprender y controlar la atmósfera superior. Sería precipitado no asociar HAARP con la construcción del laboratorio espacial que está siendo planeado separadamente por los Estados Unidos.
HAARP es parte integral de una larga historia de investigación y desarrollo espacial de naturaleza militar deliberada. Las implicaciones militares de la combinación de estos proyectos son alarmantes.
El proyecto será probablemente 'vendido' al público como un escudo espacial contra la entrada de armas al territorio estadounidensel o, para los más ingenuos, como un sistema para reparar la capa de ozono". Fuera de la manipulación climática, HAARP tiene una serie de otros usos relacionados: "HAARP podría contribuir a cambiar el clima bombardeando intensivamente la atmósfera con rayos de alta frecuencia. 

Por si fuera poco, a la posible manipulación de las mentes humanas y las modificaciones en la ionosfera habría que sumar nuevos efectos negativos. El propio creador del calentador ionosférico del proyecto HAARP, Bernard Eastlund, asegura que su invento podría, también, controlar el clima.

La evidencia científica reciente sugiere que el HAARP está en funcionamiento y que tiene la capacidad potencial de desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos. Desde un punto de vista militar, HAARP es un arma de destrucción masiva. Potencialmente, constituye un instrumento de conquista capaz de desestabilizar selectivamente los sistemas agrícolas y ecológicos de regiones enteras.

¿Podría HAARP haber provocado el terremoto de Japón?
Muchas son las web que han aparecido en los últimos días lanzando mensajes de una conspiración mundial contra aquellos países que no han aceptado un nuevo orden mundial impuesto por Estados Unidos. Muchas las opiniones que podrían hacer más que creíble la posible teoría de la intervención humana en las últimas catástrofes naturales que sacuden el planeta con una frecuencia insólita. Sin duda alguna, todas merecen ser escuchadas, aunque muchas son muy difíciles de creer.

El afán del ser humano por encontrar una razón lógica y sentirse el centro de este universo podría tener más sentido que estas teorías sobre armas que pueden modificar el clima del planeta. De todos es sabido que Japón, es uno de los países con más riesgo de sufrir terremotos, la historia de este país habla de centenares de miles de muertos a causa de éstos A la posible manipulación de las mentes humanas y las modificaciones en la ionosfera habría que sumar  la posibilidad de controlar el clima y los fenómenos naturales. Ya en 1923, 140.000 personas fallecieron en la bahía de Kuwanto.

Tendríamos que añadir que Japón es quizás el país del mundo mejor preparado para resistir este tipo de catástrofes, pero que ha sido la fuerza del posterior tsunami la que ha arrasado el país del sol naciente. El del pasado viernes ha sido el mayor de todos en los últimos 140 años, y según palabras del Primer Ministro japonés, la mayor catástrofe que ha sufrido Japón desde la II Guerra Mundial.

En muchas ocasiones nos cuesta aceptar que algo aparentemente tan simple como unos movimientos de tierra puedan generar tantas muertes y destrucción. Y el ser humano siempre quiere saber que hay algo más allá, todo unido a la atmósfera de desconfianza de la población mundial hacia los líderes políticos de los países hace que las teorías de conspiraciones crezcan en esta época de conflictos, desastres y guerras. La sociedad debe de dejar de frivolizar sobre catástrofes naturales que conllevan la muerte y el sufrimiento de miles de seres humanos afectados de manera directa. 

Hoy más que nunca Internet y las redes sociales ofrecen la posibilidad de hacer crecer leyendas urbanas a velocidades estratosféricas. Mientras muchas personas aburridas en busca de fama encuentran la explicación a todo en Gobiernos y conspiraciones contra la raza humana, millones de seres humanos sufren las consecuencias todos los años de catástrofes naturales como la sucedida en Japón la pasada semana. Aunque yo prefiero quedarme con la versión que los mayores repetían cuando yo era un niño que miraba atónito en las noticias las desgarradoras imágenes de catástrofes naturales, "la madre Tierra es más sabia que el ser humano, nunca podremos controlar lo que pasa en su interior".

Sea como sea, deberemos estar pendientes de este proyecto enigmático, cuyas consecuencias nos son casi totalmente desconocidas. Se prevé que en Groenlandia y Noruega se instalen o se hayan instalado nuevas antenas dentro del proyecto HAARP. En otras islas del Pacífico se supone que se han instalado otras tantas antenas del proyecto HAARP.

Quizás tengamos la respuesta a todos estos enigmas en ese famosos 21 de diciembre de 2012, cuando según los mayas este mundo acabe. Aunque seguro, que muchos volverán a echar la culpa al proyecto HAARP, como seguirá sucediendo con las próximas catástrofes naturales que por desgracia sacudirán el planeta Tierra en este año 2011.

lunes, 14 de marzo de 2011

La lección de un Tsunami


En estos días he escuchado a muchas personas bromearse y reírse de las medidas que el Gobierno Central tomó para evacuar a la población costera ecuatoriana ante la posibilidad de un Tsunami tras el terremoto que destruyó parte de Japón.
Quienes tenemos la suerte de tener Internet y ver las imágenes impactantes de cómo la naturaleza puede destruir un pueblo en cuestión de segundo y dejar miles de muertos y desaparecidos,  podemos reflexionar y comprender que las medidas que se adoptaron fueron las correctas. Aunque no perfectas porque se cometieron muchos errores, y  nos queda como  tarea  mejorar los sistemas de evacuación y protección.
Las personas que hoy no toman en serio estos hechos, deben aprender y entender que el mundo, por la explotación del hombre, ha cambiado y que estamos todos inmerso en acontecimientos naturales como el ocurrido en Japón.
Las cosas no deben quedar sólo en felicitaciones por el éxito obtenido en la evacuación, éxito porque tuvimos tiempo para salir de los hogares. ¿Pero qué hubiese ocurrido si la tragedia habría sido en nuestro país, realmente estamos preparados?
Entonces, es lógico pensar, que este ensayo no es suficiente, que se tiene –obligatoriamente- que  comenzar a educar a la población, no sólo a los alumnos, sino a todas la ciudadanía; es decir, que  la gente tenga claro cómo evacuar, cuáles son los lugares de peligro, cuáles son los lugares seguros (refugios), tener una ciudad con señalética adecuada.
La Municipalidad local -por ejemplo-puede un domingo realizar ejercicios de evacuación, con ayuda de todas las instituciones de socorro, sólo miremos al mismo Japón donde la gente está preparada y sin embargo los niveles de muerto son terribles.
La señalética también es fundamental tanto para el ciudadano mantense y principalmente para que  los extranjeros sepan dónde ir , no se trata de exagerar sino de comenzar a prepararnos, aunque tengamos fe en el Gran Arquitecto del Universo que nunca suceda nada en nuestro país, pero eso no lo sabemos nosotros.
Es necesario que se construyan verdaderos refugios y no improvisados como el estadio Jocay o escuelas sin estructuras suficientes para recibir miles de personas; pero, lo más importante, como ya señalamos es tener un pueblo preparado, y ese trabajo debe empezar ya. Pues recordemos esta frase: “Guerra avisada no mate gente”.