Hoy quiero enviar un saludo reverente a todas las madres del país, seres extraordinarios que brindan toda su ternura y cariño a sus hijos, convirtiéndose en las reinas del hogar.
Dios les dio el don maravillo de
poder llevar en su vientre la vida, para ser llamada mamá, palabra sublime que
significa abnegación, sabiduría, entrega y sobre todo ese sentimiento mágico y
sincero que es amor.
Hoy me arrodillo ante ese ser, que
deja todo, incluso la vida misma, para cuidar y proteger al fruto de su
vientre. Ser mágico que además de regalar existencia, brinda paz y tranquila en
el hogar.
Este domingo que es su día, los
retoños tenemos que celebrarla como se merece, como diosas, como reinas,
dándole lo más lindo que ellas pueden recibir, un sencillo beso, un te amo
madre y un flor que resalte su belleza.
Que su día sea feliz, donde no
tenga que recibir a sus hijos ebrios, con falsas serenatas, con grandes comidas
que ella misma prepara, sino que sea un día extraordinario y que pase rodeada
de amor. Es mi palabra.