La gente es inconforme, cuando no
llueve todos rezan para que San Pedro afloje la llave, cuando llueve es lo
contrario.
Nadie está conforme e incluso se
reniega de la naturaleza, especialmente algunos contratistas, ya que su mejor
fiscalizador es la lluvia, sino recorramos la ciudad para ver cómo están las
calles.
De ello, son testigos los
choferes que reniegan, no sólo porque el lodo ensucia sus carros, sino porque
las calles están llenas de huecos y no se ven con el agua.
Se puede entender, a las familias que viven en zona de riesgo,
porque es obvio, que pidan al Gran
Arquitecto del Universo que no llueva.
En cambio los agricultores piden
que llueva, pero suave, para que las aguas no arrastren sus sembríos.
Los que más piden que no llueva es
la empresa electica, de eso somos testigos, ya que con el agua vienen los
apagones.
Lo real es, que con la naturaliza
no se puede, se suman los problemas causado por el calentamiento global, aunque
nosotros no contaminamos, somos los más afectados. Es mi palabra.