Sin lugar a duda el 30 de septiembre, es una fecha amarga para todos los ecuatorianos que amamos la democracia, más allá de ser partidario de este gobierno o no, estamos conscientes que existió un error de los señores policías, llamados a controlar el orden y seguridad de todos los ecuatorianos.
Es necesario entonces que este hecho se dilucide, se aclarezca y juzgue a los verdaderos culpables, porque no puede quedar en la impunidad, no puede ser, que ahora todos se declaren inocentes, como si nada allá ocurrido en el país.
No se puede pasar la página en blanco, tiene que haber sanciones ejemplarizadoras, para que estos hechos nunca más vuelvan a ocurrir, pero sobre todo se debe investigar a fondo para determinar si realmente fue un golpe de Estado, o simplemente fue una protesta policial que se les fue de las manos.
Aunque hasta ahora , por todas las pruebas presentadas por este gobierno, parece que fue lo primero; es decir, un golpe de Estado, por lo menos, hasta que los involucrados prueben lo contrario.
La Justicia es la encargada de aclarar lo que realmente paso el 30 de septiembre, donde civiles y uniformados leales al gobierno perdieron las vida, muertes que no pueden quedar en el simple olvido, y es la justicia que debe sancionar estos hechos.
Pero parece que ahora, todos son inocentes, que no pasó nada, que nada ocurrió, pero en nuestra retina está presente un hecho bochornoso, que necesariamente, debe tener sanciones a los verdaderos culpables.